Sabiduría sin
escondite
‘’El principio de la
sabiduría es el temor a Dios. Los necios desprecian la sabiduría y la
corrección. Oye, hijo mío, la instrucción de tu Padre y no desprecies la
dirección de tu madre’’ Proverbios 1:7-8
Para la mayoría,
cuando somos jóvenes parece todo estar bien. Sabemos lo que conviene hacer y lo
que no. A pesar de ello, solemos correr
hacia lo que nos hiere y destruye y somos expertos en decir a lo bueno:
‘’Mañana lo hago, después…Hoy no tengo ganas de hacerlo’’ porque en el momento
aparentemente no lo necesitamos.
De pequeña recuerdo
que mi papá me escribió ese verso de Proverbios 1:7 en algunos cuadernos cuando
por primera vez, recuerdo que le pedí que me hiciera la escritura de mi nombre en la
primera página. No entendía la profundidad de ese versículo hasta ahora que lo he estudiado. Si la sabiduría inicia
con el temor a Dios, significa que ese temor que es lo que me impulsa a
procurar no fallarle y es lo que me conduce a conocer más de Él, por ende, de
su sabiduría. Te invito a que escudriñes por cuenta propia acerca de la
sabiduría en el libro de Proverbios ya que es un fascinante y está lleno
detalles que llenan de vida a cualquiera que los lea.
La palabra ‘’sabiduría’’ proviene del verbo en latín
‘’sapio’’ que en español se traduce ‘’tener sabor’’. Ciertamente, una persona
sabia provoca buen disfrute en aquellos que atienden a sus palabras. Es muy
fácil admirar a alguien que tenga mucho conocimiento acerca de algún tema que sea de nuestro
interés sin darnos cuenta que lo que en realidad disfrutamos es su sabiduría, así como el cuerpo disfruta del
alivio de un dolor luego de ingerir algún medicamento. ‘’Hay hombres cuyas
palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina’’
Proverbios 12:18
Una persona sabia no es solo la que domina temas de algún
arte o ciencia, sino aquella que actúa con sensatez, que es todo lo opuesto a la necedad. ‘’El sabio teme y se aparta del
mal; el necio se confía en sí mismo y se precipita con imprudencia’’ Proverbios
14:16. Observando esta comparación entre estos dos tipos de personas hallamos
que ambos son conscientes de un peligro o mal determinado, el sabio de seguro
invirtió unos minutos, tal vez de pensar en qué decisión tomar al respecto,
mientras el necio SIN MEDITAR en alguna consecuencia de sus actos, está muy
claro que confía tanto en sus capacidades, fuerzas y conocimientos que actuó de
inmediato a dirigirse hacia el mal. El sabio, luego de informarse y considerar
posibles acciones y efectos, decide no proceder.
¿Por qué razones creen ustedes que hay tantos jóvenes
padeciendo enfermedades como el SIDA? La respuesta es simple. Cada vez hay
familias menos interesadas en tomarse el tiempo de informarse, de pensar
acciones y efectos… De ser amigos de la
sabiduría. Ella siempre está buscándonos, hablándonos. Salomón la personifica
(habla de esta como si fuera una persona) en el libro de Proverbios. ‘’La
sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas: Hasta cuando, oh
simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán burlar, y los
insensatos aborrecerán la ciencia? Por cuanto llamé y no quisisteis oír, sino
que desechasteis todo consejo mío, también yo me burlaré cuando os viniere
calamidad’’ (fragmentos de Proverbios 1:22,24,26).
La sabiduría está en todas partes, no tiene escondite: en la sencillez de niño nos da lecciones de humildad; en los colores
de la naturaleza, de creatividad; la sabiduría aprovecha circunstancias como la de un rico que padece
una enfermedad terminal para decirnos que la felicidad no está en lo mucho
tengamos; nos hace ver en especies como las hormigas, que jamás se llega a
donde uno sueña sin esfuerzo y nos habla en su máxima expresión a través de
palabras para alejarnos de lo que parece
a simple vista apetitoso, normal y conveniente para nosotros.
Muchos jóvenes piensan tener el tiempo en sus manos y mucho
más cuando han sido sustentados por sus padres toda la vida. Han sido amigos de
la comodidad, mantenidos por el sudor de sus padres siempre y asumen
inconscientemente que sus sueños, la familia, la belleza y fuerza de la
juventud los perseguirán siempre. Demostramos que somos insensatos (necios) de
esta manera. El resultado de ignorar los consejos sabios se resume en que en
momentos de dificultad y en que se desee un consejo para tomar la mejor
decisión posible, no lo hallaremos, pues será demasiado tarde. Sabiduría dirá
entonces: ‘’Me llamarán y no responderé; me buscarán de mañana y no me
hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría’’ Proverbios 1:28-29
Si no sabes cómo ser sabio o te es muy difícil, porque
siempre surge algo ‘mejor’ para hacer que escuchar experiencias de otros, siempre
hay algo que nos va a parecer más llamativo que buscar y hablarle a Dios o
simplemente tu círculo de amistades siempre te incita a hacer algo de lo que
muchas veces no estás muy convencido. La buena noticia es que Sabiduría nos
dice la solución:
1.
En primer lugar, que busquemos el temor de Dios.
¿Cómo hallarlo? Conociendo lo que le agrada al Señor a través de su Palabra.
Podemos leerla individualmente y escuchar a personas llenas del amor de Dios
que de seguro nos hablarán más de Él con experiencias y perspectivas
diferentes.
2.
Obedecer a nuestros padres debe ser la segunda
manera más sencilla de practicar el temor a Dios.
3.
Recuerda que ser sabio no es tan difícil como
parece si pides ayuda a Dios y si disfrutas de todo conocimiento y ciencia.
Esto te librará de muchos males y te hará vivir tranquilo. ’’Serás librado del
mal camino, de los hombres que hablan perversidades… De la mujer extraña, de la
ajena que halaga con sus palabras’’ Proverbios 2:12-16
‘’Entonces entenderás el temor de Jehová, y
hallarás el conocimiento de Dios’’ Proverbios 2:5
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