Tiempos de Reflexión y Reconciliación
Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo:Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino.Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua;sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. Jonás 3 (RVR1960)
La pandemia del coronavirus azota el mundo entero, no solo en pérdida de vidas, sino en incertidumbre económica, pánico, procastinaciones y la gente está a la deriva de lo que los medios de comunicación indican, de los mensajes de exhortación brindados por las personalidades del arte y también, de lo que los Hijos de Dios reciben en revelación.
Enfatizando específicamente en el último verso del capítulo bíblico de Jonás 3, la reflexión está completamente explicada. Nos invito a no orar para torcer el brazo de Dios porque Él sigue siendo soberano sobre esta Tierra. Evidentemente, no son tiempos de callar, sino de dejar atrás el mal del ayer y de reconciliación con el Padre y el prójimo.
Invito a la lectura de Nahum, capítulo 1, en el cual se narra la profecía de destrucción de Nínive (100 años aproximadamente después de la profecía de Jonás) y esta segunda profecía se debe a que apesar de que cuando Jonás le habló a Nínive y tomaron conciencia de sus malos pasos, luego se descarrilaron y Dios habla a través de Nahum para indicar que Él es tardo para la ira, grande en misericordia, pero que cuando la gente ya no tiene remedio, también se manifiesta juicio.
Muchos empezarán a preguntarse: ¿Por qué si Dios es un Dios de Amor permite tanto dolor?
Lo que puedo decir en cuanto a esto es que no puedo afirmar que esta pandemia fue enviada por Dios, pero es más que evidente que Él la ha permitido y todo lo que Él permite es con un propósito.
Esto empeorará, pero tenga fe de que así como he podido recibir paz y fuerza en medio de esta crisis, Dios lo quiere hacer con usted. Su voluntad en este tiempo es que los poderosos y aquellos que tenían su confianza en las riquezas reconozcan que sin Dios nada somos.
Para los que ya son discípulos de Jesús, les digo:
''Este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin'' Mateo 24:14.
Nuestro enfoque está en el luto, la humillación, la predicación y el perdón. Si nosotros no le hablamos a la gente, no significa que estos no van a escuchar nunca del amor de Jesús, quien murió por nuestros pecados para que con una sola oración recibieramos salvación. Sí lo harán, ya sea de parte tuya o de alguien más, pero sí lo harán y eso significa que cada uno de nosotros ha sido invitado a ser un embajador para formar parte del honorable proceso educativo del reino de los cielos.
